Al sentarnos el me pregunto.
-¿Cómo te sientes ahora?
-Mejor –le sonreí y él me respondió acercándose
-¿Y ahora?
Se me acerco para besarme, yo no sabía qué hacer ni siquiera lo conocía y quería besarme. Como un acto reflejo levante mi mano para pegarle pero él no pudo hacer nada y yo tampoco, porque apareció una chica. Llamándolo a él.
-¡¡¡Tomi!!! –Era una chica de altura mediana, era morocha y tenía puesto un vestido con mangas largas de color gris y accesorios plateados, y unos lentes negros –Tomi amigo, ¿Cómo estás?
-Bien Tamrha, ¿Qué haces aquí?
-Justo estaba paseando por la ciudad y te vi aquí en el parque.
Yo tosí a propósito para que Tom me presentara.
-Ah sí, Tamrha te presento a Angie, Angie te presento a Tamarha.
-Un gusto, -le dije
-Un gusto – me dijo estrechándome la mano, parecía simpática, se acerco a Tom y le dijo – ¿es una de las tantas?
“¿De las tantas qué?” pensé yo.
-No, ella es la chica que te conté que encontramos en la carretera cuando veníamos del concierto de anoche.
-Ah sí ya recuerdo, la que encontraron desmayada
-Sí –dije yo entrometiéndome en la conversación
-Ah, ¿y cómo te sientes?
-Mejor, solo que tengo amnesia
-Ah, ¿de verdad? ¿No recuerdas nada?
-No, nada pero por suerte es una amnesia temporal
-Ah, mejor porque pronto recuperaras tu memoria, así que quédate tranquila
-Gracias, eso espero
-Bueno tenemos que irnos –me dijo Tom tomándome de la mano, haciendome levantar de la banca
-¿A dónde van?
-Al hotel, Bill la invito para que venga con nosotros al tour, para que no esté sola
-Ah, qué bueno, pero Tom ¿acaso no te acuerdas?
-¿De qué?
-Yo también voy al tour con ustedes, ¿o acaso te olvidaste? además tú fuiste él que me invito
-Sí ahora me acuerdo, perdona –mientras todo esto ocurría él no me soltaba la mano, yo me sentía extraña, no sabía qué hacer
-Bueno vamos –Tom me dijo a mí
-Bueno
-Bueno Tamrha nos vemos cuando sale el avión, ¿de acuerdo?
-Claro Tomi, -le dijo a él y después me dijo a mi –un gusto conocerte Angie, un momento ¿tienes más ropa aparte de la que llevas puesta?
-No, en realidad esta ropa me la presto Tom, ¿Por qué?
-Por nada, como dije antes un gusto conocerte
-A mi también
-Chau –y ella se fue
Tom me miro y me dijo.
-Vamos
-Sí
Fuimos hacia donde había estacionado su auto, hasta que tuvimos que entrar al auto el no me iba soltado la mano.
Ambos entramos, nos pusimos los cinturones, él puso primera y arranco. Al llegar al hotel, fuimos hacia la recepción, el pidió la llave de su habitación.
-¿Y la llave de mi habitación? ¿Dónde dormiré yo?
-En mi habitación
-¿Qué? Perdona, pero me incomoda un poco esa idea.
-Tranquila yo no voy a permitir que nada te pase–me lo dijo con una mirada demasiado picarona
Yo no le respondí, me asusto un poquito esa mirada.
-Vamos –me volvió a tomar de la mano y nos dirigimos hacia el ascensor
El ascensor se abrió y entramos, mientras el ascensor ascendía él me miraba, sin soltarme la mano, no sabía cómo esquivar su mirada, era demasiada bella. Él sujeto mi mano mas fuerte y me arrincono contra el fondo del ascensor y estaba a punto de besarme y yo de pegarle. Hasta que se abrió el ascensor y Bill tosio a propósito para que lo viéramos. Él nos quedo mirando con unos ojos bien abiertos. Yo logre zafarme de Tom, y rápidamente salí del ascensor.
Bill se quedo con la boca abierta, y dijo.
-Bueno Angie, -me dijo mirándome a mí para evitar la pregunta incomoda –¿ya sabes donde dormirás?
-Sí conmigo –dijo Tom
-Sí, es cierto, bueno Angie nos permites tengo que hablar con Tom un segundo
-Claro
-La habitación de Tom es la 483
-De acuerdo –pero no sabía no sé porque ese número me sonaba de alguna parte
-¡Ey Angie! –me grito Tom y me tiro la llave de su habitación –nos vemos
-Sí nos vemos
Me fui pero quería saber que le decía Bill a Tom, así que me puse detrás de una pared, para espiarlos. Ellos decían
-Tom ¿Qué te pasa? No tienes que aprovecharte de ella
-No me estaba aprovechando
-Sí claro le estabas dando respiración boca a boca ¿No?
-No, pero no sé porque pero quise hacerlo, pero no fue como otras veces que lo hacía para llevar a la cama a una chica, fue extraño
-Aaaaaa, ya sé lo que te sucede –le dijo guiñándole un ojo
-¿Qué me pasa?
-Te enamoraste hermanito
-¿Qué? ¿Yo enamórame? Nunca, seguí soñando.
-Sí claro, voy a ver si dentro de los próximos días dices lo mismo
-¿Ah entonces es una apuesta?
-Sí
-Ok –estrecharon las manos
Yo decidí irme para evitar que se dieran cuenta que estaba ahí, buscaba la habitación, 480, no, 481, no, 482, tampoco, 483 aquí es. Abrí la puerta, la habitación era bien grande pero lo que rápidamente note es que era una cama de dos plazas, o sea busque otra cama pero no había, en realidad tenía que dormir con Tom, en la misma cama.
La verdad no sabía qué hacer mi corazón latía muy fuerte cuando él se me acerco esas dos veces.
Decidí no pensar en aquello, por el momento. Así que cerré la puerta con la llave, para que nadie entre ni siquiera Tom. Y me fui a bañar, pero antes alguien golpeo la puerta.
Me fije por el visor y era la misma chica que vimos en el parque, decidí abrirle.
-Hola, -le sonreí, pero se sorprendió al verme en la habitación de Tom
-Hola, Angie ¿esta Tom?
-No, recién estaba hablando con Bill
-Ah, ¿Qué hacías?
-Estaba a punto de irme a bañar por eso cerré la puerta con seguro
-Ah, se lo que quieres decir –me guiño un ojo –pero por suerte tu me atendiste porque te compre ropa, ¿por qué no siempre usaras la de Tom? ¿verdad?
-Es cierto, pero no debiste haberte molestado
-No tranquila, me encanta comprar ropa, así que es normal, jajaja
-Jajaja, bueno gracias
-Basta de charla y pruébate la ropa que te compre, ¿de acuerdo?
-Sí
Ella me dio un par de bolsas una tenia ropa interior y la otra una remera blanca de mangas largas con decoraciones de corazones, un pantalón de jean y unas hermosas zapatillas blancas, y una chaqueta sin mangas también de jean. Me fui al baño me lo probé, y me encanto como me quedo.
-Muchas gracias me encanta
-No fue nada pero aquí tienes más bolsas con más ropa, me tengo que ir y dejo que te bañes tranquila ¿de acuerdo?
-Sí –la acompañe hacia la puerta, se la abrí –gracias de nuevo
-Cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme, ¿de acuerdo?, ten te dejo mi número de teléfono –entregándome una tarjeta
-Claro, adiós
-Adiós
Ella se fue y me fui a bañar, pero olvide poner el seguro a la puerta. Me quite la ropa y me fui a bañar. Yo me bañaba tranquila sin preocupaciones, hasta que me di cuenta que alguien me miraba detrás de la cortina de la ducha, seguramente me puse roja como un tomate, la sombra se iba acercando así mí, entonces tapándome con la cortina saque la cabeza y ahí estaba Tom mirándome.
-Oye ¿qué haces aquí mirando?
-No estaba mirando, solo vine al baño… a lavarme las manos, -puso sus manos en el fregadero y se las lavo -listo
-Bueno ¿puedes irte?
-Ah claro
Él se fue y pude respirar, ¿él que pretendía?, termine me puse la ropa que me regalo Tamarha, y salí del baño. Tom todavía estaba ahí, se encontraba acostado en la cama tocando la guitarra, ni se dio cuenta que había salido.
-¿Tú tocas la guitarra en la banda? Le preguntándole sentándome en la cama
-Sí, -se me quedo mirando – ¿de dónde sacaste esa ropa?
-Ah, la ropa me la regalo Tamarha, ¿te gusta? –me levante y se lo mostré bien
-Sí –me dijo sonriendo
-Y cuéntame ¿cómo se llama la banda?
-Tokio Hotel
Ese nombre me sonó muy familiar, quizás yo ya los conocía.
-Ah y ¿qué instrumentos toca cada uno?
-Bueno, Bill es el cantante, Georg el bajista, Gustav el baterista y yo el guitarrista
-Ah
-¿Quieres escuchar una canción?
-Bueno, ¿Cuál?
-In your shadow I can shine, es cursi pero lo toco igual
-Bueno
Empezó a tocar esa canción incluso la cantaba, fue muy linda, y el cantaba re lindo también, mientras tocaba me miraba fijo y se me acercaba cada vez más y al terminar la canción puso su mano en mi mejilla y me iba a besar una vez más, y yo esa vez no sé porque pero no pude decir que no, estábamos a centímetros.
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