sábado, 23 de abril de 2011

Capitulo 8 ♥

Me desperté con Tom a mi lado, cada mañana me sentía tan feliz al tenerlo cerca mio, quise permanecer en silencio, para mirarlo, pero estornude, que provoco que él se despertara.
-Perdón no quise despertarte
-Está bien,… -él estornudo
-Hay no, te contagie, perdóname –le dije posando mi mano es su mejilla
-Tranquila, está bien –me dijo poniendo su mano sobre la mía
Se me acerco, dándome un abrazo haciéndome cosquillas en mi panza.
-Jajaja Tom espera jajaja
Se lo devolví haciéndole cosquillas a él también. Ambos estábamos divirtiendo y riéndonos. Pero alguien golpea la puerta.
-Tom, Angie el almuerzo está listo, todos los estamos esperando abajo –era Georg
-Ok ya vamos –respondió Tom
-Bueno los espero afuera -le dijo Georg
Tom se fue a cambiar de ropa al baño, yo también pero en la habitación.
Al terminar de cambiarme, Georg entra a la habitación sin golpear.
-¡Georg! ¿Qué haces?
-Buscaba a Tom para decirle que se… -no pude terminar la frase porque se quedo embobado mirándome –apure –trago saliva y me dijo –estas muy linda
-Gracias, achu
-¿Estás bien?
-No, es que… –de repente todo se puso negro
Al abrir los ojos vi a Georg arriba mío tratando de reanimarme. Estaba muy cerca de mí.
-¡¿Qué sucede aquí?! -grito Tom muy enojado
Los dos nos volteamos, vimos a Tom con una cara de enojado, muy enojado.
-Nada, paso que Angie se desmayo –dijo Georg saliendo de arriba mío
-¿De verdad? –le pregunto a Georg con cara de desconfianza
-Sí eso paso, -levantándome con lentitud porque me mareaba
-Mi amor –Tom me ayudo a levantarme – ¿te sientes mejor?
-Sí
-¿Segura?
-Sí, tranquilo yo estoy… -otra vez todo se volvió negro, lo único que pude escuchar, fue que Tom decía
-¡Angie! Tendré que llevarte a un hospital
También pude sentir que me levanto y me llevo. Pero no pude saber hacia dónde, debido a que desde entonces todo se volvió borroso y oscuro.
Al despertarme vi a Tom al costado mío, sentado en una silla, exactamente  igual que la primera vez al conocerlo. Lo desperté.
-Tom despierta
-Mi amor –se levanto y me beso
-¿Qué me paso?
-Te desmayaste debido a que tienes una fuerte fiebre
-¿Tan mal estoy?
-Tranquila, ya se te pasara –me dijo acariciándome la  mano
Pero yo me puse mal.
-¿Qué te pasa?
-No me gusta porque no me podrás dar la sorpresa, que me tenías preparada
-Tranquila, no este mal, lo hare apenas te recuperes
Le sonreí, él me hacia bien.
-Sabes no pude contarte, hoy viajamos a otra ciudad
-¿En serio?
-Si, así que en el viaje dormirás, y descansaras, ya que necesitas reposo para que se pase la fiebre.
-De acuerdo
Más tarde, me dieron el alta en el hospital, nos fuimos y llegamos al aeropuerto, entramos al avión, me senté al lado de Tom. Apenas me senté apoye mi cabeza en sus hombro izquierdo, al cerrar los ojos me dormí. Al volver a abrirlos Tom estaba durmiendo, que tambien se despertó, nos miramos y nuestros labios estában a milímetros.
Él comenzó a besarme muy despacio, poso sus manos en mi rostro, de a poco el beso se volvía apasionado.
-¿Vamos al baño? –me dijo él
-Sí
Nos levantamos y nos fuimos al baño, cerramos la puerta, y comenzamos a besarnos con mucha pasión. Pero alguien golpeo la puerta.
-Oigan los vi –era Dani
-¿Qué quieres? –le dijo Tom ya molesto
-Quiero hablar con mi hermana
-Uhm, De acuerdo
Tom me beso, seguido a eso abrió la puerta, fulmino con la mirada a Dani.
-Mejor me voy, hablen tranquilas
-¿Interrumpí algo verdad? –me pregunto por la forma que le hablo Tom y como la miro
-No claro que no, dime ¿de qué me querías hablar?
-Sucede que… -tardo un rato para responderme, pero antes cerro la puerta
-¿Dani qué te pasa?
-Creo que me enamore
-Ah, ¿en serio?, hermana eso es maravilloso, ¿y puedo saber de quién?
-De Bill
-¿En serio? Qué bueno, ¿desde cuándo?
-No lo sé, desde que lo conocí, empecé a sentir cosas
-Eso es genial hermana, yo te ayudare para que estés con él
-¿De verdad? Pero creo que él no se fijara en mí
-Se que lo hará, además he notado que apenas te conoció Bill, creo que se quedo cautivado contigo
-¿Tú crees?
-Sí, y se lo diré a Tom para saber que siente Bill hacia a ti
-¡¿Qué?! Estás loca se lo dirá a Bill, no quiero que él se entere todavía
-Tranquila le pediré a Tom que guarde el secreto
-De acuerdo
Dani me abrazo y me dijo.
-Te quiero mucho hermana, me alegra que pude encontrarte
-A mi también
Después de eso salimos del baño, y yo volví a mi lugar al lado de Tom.
-¿Ya terminaron de hablar con tu hermana?
-Sí
-¿Que tenia?
-Acércate… -él se me acerco y le conté lo que sentía Dani por Bill
-¿De verdad? –me pregunto sorprendido
-Sí, ¿Por qué te sorprende tanto?
-Porque... Bill también está interesado en ella
-¿De verdad?
-Sí, me estuvo hablando como dos horas de ella, estuvo inaguantable
-Genial ella estará feliz, pero por favor no le digas a Bill que ella siente algo por él. Ella me lo pidió.
-Te lo prometo, no se lo diré
-Gracias
-De nada, pero dejemos de hablar de eso –se me acerco, diciéndome al oído- ¿y que tal si seguimos en donde estábamos?
-Claro, jajaja
Comenzamos a besarnos otra vez, pero Gustav aparece y nos interrumpe, que tosió a propósito para que nos demos cuenta de su presencia.
-Perdón chicos pero ya vamos a llegar
-De acuerdo, gracias Gustav ¿puedes irte? –le dijo Tom
-Si claro, sigan tranquilos
Gustav se fue y Tom me dijo.
-¿En donde estábamos? –comenzamos a besarnos pero el avión se empezó a mover y nos golpeamos las cabezas.
-¡Au! –dijimos los dos al mismo tiempo
-¿Estás bien? -me pregunto él
-Sí, solo fue un golpe
-Ven –me dijo él
Yo lo obedecí y me acerque a él, ambos nos abrazamos, y él me dio un beso en mi cabeza, justo donde me golpee.
Así nos quedamos ambos abrazados. Hasta que nos tuvimos que bajar del avión.
Al bajar nos fuimos al hotel, todo se encontraba tranquilo, me pude recuperar de la fiebre.
A la noche, Tom me dijo que me preparara. Porque esa noche me daría la sorpresa. Me puse un vestido negro con accesorios rojos.
Entre a un salón, estaba todo oscuro, y de repente sentí alguien detrás de mí, que me tapaba los ojos.
Me asuste.
-Tranquila, soy yo -era Tom
-Me asustaste
-Tranquila mira la sorpresa que te tengo preparaba
Quito sus manos de mis ojos y de repente se prendieron las luces del salón. No podía creer lo que miraba mis ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario